En una anterior número monográfico dedicado a las cajas de ahorros se analizaba su evolución desde el inicio del proceso liberalizador del sistema financiero español (1977) hasta el final de la década de los ochenta, y se concluía resaltando el uso eficiente por estas entidades de esos mayores grados de libertad que también se iban alcanzando en la actividad crediticia con la llegada de la democracia. Hoy, cuando prácticamente nos encontramos en los albores de la implantación de la moneda única, a través del análisis de su dimensión y de los recursos disponibles a lo largo de la presente década se comprueba que esa eficiencia desarrollada entonces se consolida en los noventa y sitúa a las cajas de ahorros en una posición satisfactoria para afrontar el reto de la unión monetaria y del nuevo siglo.