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El sistema actual de financiación local ha puesto de manifiesto su insuficiencia para cubrir las necesidades de las corporaciones locales, comprometidas desde hace más de 15 años y de manera creciente no sólo en la provisión de los más amplios servicios públicos, sino también en la consecución del desarrollo a través de políticas económicas locales. En estos años, las haciendas locales han sufrido las contradicciones de una gran presión social en favor del gasto y de unos instrumentos fiscales rígidos y raquíticos. Y todo ello en el contexto de un marco regulador -la ley reguladora de las haciendas locales (LRHL)- poco adecuado, y anclado en un trasnochado concepto de "tutela" del Estado. El resultado es una difícil situación financiera, más relacionada con problemas de liquidez de carácter estructural que con un gran deterioro de su solvencia. La crisis de las haciendas locales ha sido siempre una crisis de liquidez y no una crisis de solvencia. Las haciendas locales no son un gran problema macroeconómico: mientras la deuda de las comunidades autónomas se ha multiplicado en los últimos años, aumentando su peso en la deuda pública total, la deuda de las corporaciones locales ha conservado un comportamiento estable y su peso en la deuda pública española es casi marginal, incluso ya inferior al de la deuda autonómica.
The current local financial system has shown its insufficiency to cover the needs of the regional governments, involved since more than 15 years ago and in an increasing manner, not only in the provision of a large number of public services, but also in the achievement of development by means of their local economic policies. Duringthese years, local finances have suffered the contradiction of a strong social pressure in favour of publicexpenditure and some rigid and fam tax handles. All of this happening in a context with a legal framework -la ley reguladora de las haciendas locales (LRHL)- notvery suitable, and based in the idea of State "tutelage". The result is a very difficult financial situation, more related to structural liquidity problems than to a deterioration in its solvency. The crisis in local finances has always been a liquidity crisis and not a solvency one. Local finances are not a big macroeconomic problem: whilst the autonomous communities' debt has multiplied in the last years, increasing its weight in the total public debt, the regional government' debt hast seen a stable behaviour and its relative weight in Spain's public debt is almost marginal, already inferior to that of the autonomic debts.
