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La epistemología del conocimiento tácito es básica para una acción inteligente en la ética del asesoramiento personal. Los modelos estructurales y funcionales presentados en este artículo proporcionan un mapa conceptual para tal acción. La estructura del conocimiento tácito está formada por una conciencia subsidiaria ("subsidiary awareness"), una conciencia focal ("focal awareness") y los dos polos del conocimiento: la conciencia subsidiaria está en el polo personal (interno) y la conciencia focal está en el polo (objetivo) externo. La función del conocimiento tácito tiene tres aspectos: selectivo, heurístico y persuasivo, y cada uno de ellos tiene un modo o rasgo conativo y cognitivo. La fuerza motriz de este modelo es la "pasión intelectual", que en ética corresponde a la posición apta para emitir un juicio, siempre a la luz del principio de justicia. Como la epistemología del conocimiento tácito presupone la libre voluntad, ha de elegirse una ética del deber . En concreto, el análisis del modelo del conocimiento tácito que aquí se presenta promueve el desarrollo y la mejora de la conciencia del adulto acerca de sus propios procesos de conocer, hacer y persuadir, prestando deliberadamente atención a estos procesos y a su fundamentación en la libre voluntad. De esta forma, la comprensión del adulto favorece su tarea de apoyar, de ayudar al joven, a tomar conciencia de esas mismas funciones en sí mismo. El aspecto ético estriba en el deber de transmitir este conocimiento al educando, para que pueda llegar a ser autónomo de forma inteligente, entrenándole en el desarrollo de esa actitud. De esta manera, se promoverán tanto la moralidad de los rasgos, el ser, como la moralidad de los principios, el hacer. Sin embargo, la clave radica en favorecer que la voluntad haga lo correcto, esto es, en encaminar la "pasión intelectual" hacia la posición apta para el juicio.
