La temática ambiental, por la confluencia de factores que la integran, es compleja y, en ocasiones, farragosa. Además, parte importante de la misma tiene un componente penal, porque, como es sabido, existen delitos ambientales, tal y como prevé nuestro Código Penal. Así pues, si a la complejidad ambiental se unen, comprensiblemente, todas las peculiaridades propias de lo penal, incluyendo las propiamente policiales por ser la policía su instrumento de investigación, el resultado puede ser mucho más complejo todavía. A todo lo dicho hay que añadir, además, la tendencia expansiva que tiene lo ambiental, y que se proyecta, lógicamente, al contexto penal y, en última instancia, al policial.