Hoy en día, cuando un perro le muerde a un niño, su dueño es considerado como responsable desde el punto de vista penal, por lo que puede acabar en los tribunales. En la Edad Media, era el propio animal el que tenía que comparecer ante los jueces.
Referencias bibliográficas
(1) Michel Pastoureau, Une Histoire symbolique du Moyen Âge occidental, Seuil, París, 2004.
(2) Edward Payson Evans, The Criminal Prosecution and Capital Punishment of Animals, William Heinemann, Londres, 1906.
(3) René Girard, Les Origines de la culture, Fayard, París, 2004.
(4) Robert Muchembled, La Violence au village (XVe – XVIIe siècle), Brepols, Tournai, 1989.
(5) Amaury Chauou, Le Roi Arthur, Seuil, París, 2009.