Economía sumergida es un término impreciso. Básicamente alude a formas de trabajo, al margen del mercado y no reguladas por el Estado, aunque influidas por ambos, sin ser ilegales, y a un conjunto heteróclito de actividades económicas, generalmente vinculadas, directa o indirectamente, a la economía oficial monetaria, que eluden las reglamentaciones oficiales y/o que no están registradas en las estadísticas oficiales. La economía sumergida o informal es. así, central en las sociedades periféricas, y ha crecido con fuerza en las mismas sociedades avanzadas desde la crisis de los 60/70 del pasado siglo. En España, como en otros espacios económicos, la economía sumergida no es un fenómeno reciente. Prácticas muy viejas, sin embargo, adquieren nuevas funciones y significados en contextos económicos y laborales profundamente modificados, y de los que la economía sumergida ha resultado ser, al mismo tiempo, síntoma e instrumento. Nuevos sujetos se añaden, además, a los tradicionales participantes en la informalidad en España, tanto en los sectores intensivos en trabajo como en los intensivos en capital e información