Ricardo Jiménez Aboitiz, Javier Callejo Gallego , Rosa María Gómez Redondo, Elena Robles González
En este artículo se analizan las diferencias en la percepción de la propia salud y en los hábitos de consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas según el nivel de ocupación de la población española a partir de los datos que proporciona la Encuesta Nacional de Salud de 1997. Los resultados confirman la permanencia de importantes diferencias -ligadas a estilos de vida mediatizados socialmente- entre las diversas posiciones ocupacionales que suponen un mayor riesgo para la salud en aquellos grupos menos favorecidos. Asimismo, se ha puesto de manifiesto cómo el estudio desagregado por género, criterio ineludible en el análisis demográfico, resulta igualmente imprescindible en el estudio de la salud, ya que los cambios que está experimentando la mujer respecto a su posición en la sociedad imprimen a sus hábitos pautas específicas y diferenciadas.