Este artículo está orientado a discutir y criticar los enfoques económicos que han legitimado la construcción de un modelo laboral dominado por combinaciones de alto desempleo, precariedad laboral y aumento de las desigualdades. Se consideran los cambios estadísticos en la evaluación del empleo, la macroeconomía neoliberal, la teoría de la flexibilidad laboral y la teoría del capital humano, destacando sus puntos críticos y los sesgos que introducen en las políticas públicas, minusvalorando importantes costes sociales y aspectos cruciales de la actividad económica. Se defiende la necesidad de una reformulación de los objetivos y formas de mirar la economía para la que pueden servir de guías útiles muchas de las producciones teóricas que hoy figuran como heterodoxas