En los treinta últimos años se ha producido una rápida extensión del denominado paradigma sistémico en la reflexión sobre las políticas normativas, el Estado del bienestar y el Trabajo Social. El eco que proponía su renovación teórica parecía asegurado ya que la actual teoría de sistemas se fundamenta en una constatación que atañe a la complejidad estructural de la sociedad contemporánea y que ha acarreado la diferenciación de sistemas que recrean de forma objetiva la gestión de espacios sociales de forma independiente y autónoma de otros subsistemas. Su principal impulsor, Niklas Luhmann, profesaba en tal sentido una teoría del conocimiento fundada en una teoría de la sociedad, y su epistemología pretende construirse desde el respeto a la pluralidad policéntrica delimitada en el análisis de la realidad social, y el abandono de la concepción de la sociedad como una unidad compuesta por diferentes partes. Veamos cuál es el alcance de sus propuestas.