En diciembre de 2017, el Consejo de la UE ha aprobado el lanzamiento de la Cooperación Estructurada Permanente. Esta figura, prevista en el Tratado de Lisboa, permitirá una mayor armonización entre los Estados miembros en los ámbitos de las capacidades de defensa y las operaciones militares. En nuestra opinión, su régimen jurídico y participación, así como los compromisos que han asumido los Estados participantes, implican una primera aproximación e incluso integración en las cuestiones de seguridad y defensa, y en un momento donde la UE pretende potenciar su posición en las relaciones internacionales tras el Brexit