Los agroindustriales del Sur se asemejan a los del Norte: sueñan con obtener ganancias fáciles desarrollando los cultivos comerciales en detrimento del campesinado centrado en la agricultura de subsistencia. Así nació el proyecto ProSavana, que asocia a Japón y a Brasil con Mozambique. No obstante, la inédita resistencia de los campesinos de los tres Estados ha permitido paralizar la operación.