Renaud Lambert
El 1 de julio, los mexicanos elegirán a 500 diputados, 128 senadores, nueve gobernadores y un nuevo presidente. El candidato de izquierdas Andrés Manuel López Obrador, favorito en las encuestas, propone una respuesta moderada al cóctel explosivo que causa estragos en el país: violencia, corrupción y miseria. Pero, ¿aceptará la elite –cuyos sectores económico, político y mafioso se encuentran fusionados actualmente– el juego democrático?