Si algún elemento político caracateriza más decisivamente la vida democrática de los Estados modernos, ese no es otro que los partidos políticos. Los partidos están en el centro de las transformaciones y la dinámica interna del poder político en sus variantes de representación, identidad y legitmidad. La ciencia política se ha visto fortalecida recientemente con el trabajo de punta sobre la materia, aquellos que por su gran contenido explicativo se consideran verdaderos modelo teóricos, porque aunque hayan sido pensados para dar cuenta del funcionamiento de los partidos en las democracias liberales, clásicas sobreviven y siguen influyendo por su potencial heurístico y son tomados en cuenta como herramientas de análisis útiles.