Este trabajo examina la noción de acceso, como parte del proceso de apropiación de la cultura escrita, a partir del análisis de algunas prácticas de lectura y escritura de dos mujeres: Carolina, presentada en las primeras líneas, que cursó apenas un par de años y Ana, cuyo caso se analiza con más detalle, sin escolaridad. El trabajo se fundamenta en la teoría sociocultural, la cual privilegia los procesos sociales del aprendizaje sobre los individuales. Encuentra que la apropiación de las prácticas estudiadas es el resultado del acceso a los distintos conocimientos y saberes desplegados en la interacción entre lectores y escritores, sin perder de vista los usos de la lectura y escritura en su totalidad. Concluye que la apropiación de una práctica requiere el acceso a su uso total pero que no necesariamente implica el dominio de todos sus aspectos. Propone que para comprender la diseminación de la lectura y escritura hace falta una agenda de investigación que indague el acceso y apropiación de ellas en el mundo social.