El Reglamento Europeo 650/ 2012 tiene como objetivo ––entre otros–– favorecer la programación de la propia sucesión en Europa. En este sentido, parece alinearse con las más modernas tendencias del derecho de sucesiones, superando la vieja perspectiva de sostenimiento de las necesidades familiares para dar paso a consideraciones centradas en la autonomía del causante y en la continuidad de las empresas. No obstante, las limitaciones geográficas a las que se ve inevitablemente condenado y las propias opciones en la selección de la ley aplicable comprometen la realización de aquellos objetivos.
The European Regulation 650/2012 aims, among other goals, encourage the planning of succession in Europe. In this sense, it seems to line up with the latest trends on inheritance law, surpassing the old perspective of sustaining fam-ily needs to give way to considerations focused on the autonomy of the de cuius and the continuity of businesses. However, geographical constraints that is inevitably doomed and its own choices in selecting the applicable law compromise the achievement of those objectives.