En ese ensayo se problematiza la crítica establecida en los Estudios Organizacionales como parte de las ciencias funcionales, y se contrapone como alternativa, no otra crítica parcial y eurocéntrica, como los estudios poscoloniales, pero una crítica ética, negativa y ontológica, en diálogo con el pensamiento social latino-americano y con las luchas sociales que se organizan en nuestro espacio de prácticas.