En torno a dos millones de personas trabajan en un país distinto del que residen. Aunque a nivel europeo los trabajadores transfronterizos constituyen una parte minoritaria de la población activa, en algunas regiones el trabajo transfronterizo tiene un peso importante. En tales regiones, el trabajo transfronterizo tiene numerosos impactos sobre el territorio y la población en términos de alojamiento, movilidad o poder adquisitivo, debido en especial a las diferencias salariales entre algunas regiones fronterizas, como entre Suiza y sus países vecinos. De hecho, Suiza es el país de Europa con el mayor número de trabajadores transfronterizos. La investigación sobre las regiones transfronterizas se ha concentrado fundamentalmente en los aspectos macroscópicos, como la integración económica o la cooperación transfronteriza, obviando parcialmente los efectos que el trabajo transfronterizo tiene sobre los territorios y sus habitantes. Este artículo se interesa a la relación entre trabajo transfronterizo y otros aspectos de la vida cotidiana, como el consumo o el ocio, y de forma más general a las condiciones de vida de la metrópolis trinacional de Basilea. Para ello, se ha realizado un estudio de los habitantes del área metropolitana de Basilea, en la cual el trabajo transfronterizo está largamente extendido – utilizando une metodología mixta con la realización de 15 entrevistas, seguidas de una encuesta cuantitativa (1615 individuos). Los resultados muestran que trabajar o no al otro lado de la frontera en Suiza tiene un fuerte impacto en las condiciones de vida e influencia la intensidad y/o el destino de las prácticas transfronterizas (ocio y consumo). Mientras que los trabajadores transfronterizos tienden a favorecer Suiza, este país es financieramente menos accesible para el resto de la población. El análisis de los modos de vida de los habitantes también pone de relieve dos problemas ligados al trabajo transfronterizo a los que hace frente la metrópolis trinacional de Basilea y que pueden generar tensiones en la población local, a saber 1) las grandes diferencias en las condiciones de vida entre los trabajadores transfronterizos y el resto de la población 2) el gran uso del vehículo particular por parte de los trabajadores transfronterizos.
In Europe about 2 million people work and live in two different countries. While at the European scale cross-border workers only account for a limited portion of the working-age population, in some regions cross-border work takes a huge importance. In these regions, cross-border work generates many impacts on local territories and on their inhabitants in terms of housing, mobility or purchasing power, especially because of the wide salary differentials between some borders regions, like between Switzerland and its neighbouring countries. Indeed, Switzerland is the country in Europe which hosts the largest amount of cross-border workers. Research on border regions focus mainly on the macroscopic aspects of cross-border relationships, such as economic integration or cross-border cooperation, leaving partly aside the effects that cross-border work has on territories or their inhabitants. Thus, this article looks at the link between cross-border work and the other aspects of daily life such as consumption or leisure and more generally living conditions in the trinational metropolis of Basel. For this purpose, we conducted a study with inhabitants of the metropolitan area of Basel, in which cross-border work is largely practised - using a mixed methods design; fifteen interviews were conducted, followed by a quantitative survey (1,615 individuals).
Results show that working or not across the border, in Switzerland, has a large impact on living conditions and influences the intensity and/or the destination of cross-border practices (leisure and consumption). Whereas cross-border workers tend to favour Switzerland, this country is "financially less" accessible to the rest of the population. The analysis of the inhabitants’ lifestyles also highlights two issues linked to cross-border work that the trinational metropolis of Basel faces and that may cause tension in the local population, i.e. 1) the highly differentiated living conditions between cross-border workers and the rest of the population 2) the large car use of cross-border workers.