Los planes de prevención de delitos deben tener como misión, no sólo evitar la comisión de los delitos mediante los oportunos mecanismos de control y procedimientos de gestión, sino, además, deben de permitir la detección de los delitos o de las irregularidades que, no obstante, los mecanismos de control o los procedimientos de gestión, especialmente diseñados para la evitación de las ocasiones de cometer delitos, se puedan llevar a cabo por directivos o empleados de la empresa.