Los relatos sobre el peligro social son una forma muy precisa de comunicar, producir y reproducir violencia sexual. La narrativa creada en torno a la desaparición forzada de tres chicas del municipio valenciano de Alcàsser en 1992 hablaba de límites que no deben ser cruzados por las mujeres: caminar solas, hacer autostop, fiarse de desconocidos... El caso Alcàsser visualiza a la perfección esta narrativa. Los medios de comunicación fueron parte activa de la contraofensiva patriarcal, una función que han continuado ejerciendo transformando en circo mediático la violencia contra las mujeres.