El problema del acceso a medicamentos hasta hace poco tiempo se concentraba en los países en desarrollo, donde un tercio de la población mundial no tenía acceso regular a medicamentos. Los países industrializados, gracias a los seguros de salud del Estado (Europa) y privados (EE.UU.), conseguían pagar la factura farmacéutica. Actualmente, la situación en los países en desarrollo sigue siendo la misma pero la gran novedad, sin precedentes, se encuentra en los países industrializados, donde empiezan a tener dificultades para asegurar el abastecimiento de ciertos medicamentos a sus ciudadanos.
Por primera vez en la historia hay medicamentos que los países industrializados no consiguen pagarse: los nuevos medicamentos contra la hepatitis C, el sofosbuvir (y otros antivirales de acción directa conocidos como DAAs, por sus siglas en inglés) y la mayoría de los nuevos medicamentos contra el cáncer.