Akram Belkaïd
El 19 de marzo, el Ejército turco tomó la ciudad siria de Afrin, controlada desde 2012 por las tropas árabe-kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG por sus siglas en kurdo). Esta victoria galvaniza la propaganda guerrera de Ankara, que amenaza con extender sus operaciones al este del Éufrates. Aliado con la extrema derecha, Recep Tayyip Erdogan, que prepara su reelección en 2019, arremete contra sus socios occidentales.