Toda la izquierda latinoamericana está siguiendo con atención los acontecimientos en Ecuador. En 2017 hubo allí elecciones presidenciales. Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana, que dirigía el país desde 2007 y que había modificado la Constitución para poder ser candidato de nuevo decidió finalmente no presentarse y apoyó la candidatura de Lenín Moreno quien había sido su vicepresidente de 2007 a 2013. Y Lenín, que fue víctima de una agresión armada en 1998 y se desplaza desde entonces en silla de ruedas, fue elegido presidente el año pasado. Pero a partir del momento en que entró en funciones, el 24 de mayo de 2017, comenzó entre estos dos hombres un conflicto que se ha ido envenenando sobre todo después del referéndum de febrero 2018. El resultado es que la izquierda ecuatoriana se ha dividido. Y que el gobierno de Lenín Moreno ya no dispone de mayoría parlamentaria estable en la Asamblea Nacional.