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Nina Navajas-Pertegás
La «epidemia de obesidad» se ha convertido en foco de atención de las agencias de salud pública y los gobiernos de los países industrializados. Dicha retórica recrimina a las personas gordas su incapacidad para autogobernarse y mantener un estilo de vida saludable. Paralelamente, el tono alarmista del discurso biomédico y las afirmaciones sobre los peligros de la gordura han sido duramente criticados. Para esclarecer este fenómeno, atenderemos al lugar de enunciación de dicho discurso; un contexto azotado por políticas neoliberales de reducción del gasto público. En este artículo examino algunas discriminaciones gordofóbicas que deberíamos considerar si deseamos alcanzar la justicia social.
