Pese a los enormes esfuerzos de la Administración para realizar su transformación digital, la sensación de cara al público es la de ir a remolque del sector privado. ¿Qué es lo que falla? En mi opinión no se trata tanto de una cuestión de recursos, esfuerzo o motivación como de enfoque del papel que debe jugar la tecnología en su seno y, sobre todo, de cómo trabajar en un mundo tan cambiante.