La formación de profesionales de calidad y la generación de tecnología y ciencia pertinente son al menos dos elementos fundamentales para el desarrollo de los países latinoamericanos y, tal situación se encuentra estrechamente relacionada al impacto que se genere como resultado del trabajo académico mayormente desarrollado en las universidades de la región. El presente trabajo procura caracterizar la política salarial de los académicos mexicanos y venezolanos en el periodo del año 2000 al 2010. Es una investigación comparativa y de carácter documental. El ensayo se estructura en dos dimensiones a saber: la presentación de los datos que contienen los elementos significativos de los sistemas de educación superior (matricula, instituciones, política de financiamiento y los académicos); en segundo lugar, se expone la estructura de la política salarial, se estudian las realidades y se precisan algunas diferencias sustantivas. Finalmente el estudio comparativo revela el incumplimiento de ambos Estados en relación a las definiciones salariales contempladas en sus textos constitucionales. La política mexicana de salarios académicos “estructura de incentivos” de tipo heterologados enseñan beneficios económicos de carácter inmediato para la sobrevivencia del académico y no le garantizan una pensión digna para el disfrute de su vejez; mientras que la política venezolana de salarios de tipo homologados precisa el incumplimiento legal de las “Normas de Homologación” por parte del Estado Venezolano desde hace más de tres décadas para el incremento salarial de los académicos.