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Carlos Gutiérrez Calderón
El trabajo continúa siendo un elemento central en nuestras sociedades para obtener recursos que nos permitan planificar y sostener materialmente proyectos de vida a medio y largo plazo, así como espacio de socialización y construcción de identidades. No obstante, el trabajo característico del modo de regulación fordista ha ido mutando y ha resultado en la implantación de un modelo laboral flexible definido por altas dosis de precariedad. Ante esta transformación, sumado al cambio promovido en el marco de relaciones laborales que otorga una mayor capacidad y poder de negociación a los agentes empresariales, el sindicalismo de clase debe llevar a cabo modificaciones en su organización y en la acción sindical con objetivo de adaptarse. Solo desde la rigurosidad en los análisis y la adecuada orientación que debemos llevar a cabo, así como en la capacidad de implantar los cambios necesarios, el sindicalismo de clase podrá seguir siendo en el futuro el agente central del mundo de trabajo que presiona por la dignificación del trabajo y los trabajadores.
