La misión del periodismo en la construcción de una sociedad democrática depende del cumplimiento de condiciones favorables para su ejercicio tanto en el terreno laboral, como en el profesional y particularmente en el sociopolítico. Si bien históricamente el periodismo mexicano ha enfrentado condiciones adversas de instrumentalización política, cooptación, censura y libertad de expresión restringida, son innumerables los episodios en los que diversos medios y periodistas han desvelado la injusticia, la ineficiencia o la corrupción, llamado a cuentas a los poderosos, documentado la violación sistemática de los derechos humanos, o acompañado a las víctimas de diversas formas de violencia. Al tiempo, desde otros lugares del debate, se han cuestionado las relaciones de complicidad y connivencia con el poder, los estándares éticos, las afiliaciones políticas, los estándares profesionales y el compromiso social de muchos otros periodistas y medios.