Acceso usuarios
Raquel Yolanda Quintanilla Navarro 
En el presente trabajo se analiza el teletrabajo y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral desde dos perspectivas. La primera lo aborda teniendo en cuenta que, en la sociedad de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, el teletrabajo es un instrumento que posibilita no solo la modernización en la organización y gestión del trabajo, sino también la conciliación mencionada.
Para esta parte de la investigación realizada, ha resultado metodológicamente imprescindible, comprobar si existe regulación normativa sobre el tema en el ámbito europeo y comunitario. Asimismo, se ha considerado necesario revisar si nuestro ordenamiento jurídico-laboral cuenta con alguna referencia normativa al teletrabajo, y si la misma se relaciona con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Como resultado de dicha investigación, se ha confirmado la ausencia de normas jurídicas sobre teletrabajo en el ámbito europeo, a excepción del Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo.
En relación con nuestro ordenamiento jurídico-laboral interno, la regulación del teletrabajo carece de normativa legal de referencia, salvo el art. 13 ET, de modo que se suele acudir al Acuerdo adoptado por los agentes sociales en el seno de la Unión Europea, para orientarse jurídicamente en la materia de teletrabajo.
Siguiendo la metodología de agotar las fuentes normativas, y partiendo de la pauta marcada por el Acuerdo Marco Europeo, se ha realizado un análisis de la negociación colectiva interna, en la cual se observan escasas referencias al teletrabajo.
Además de estudiar la Orden ministerial APU/1981/2006, de 21 de junio, que promueve la implantación de programas piloto de teletrabajo en los departamentos del Ministerio de Administraciones públicas, en el presente trabajo se profundiza en el contenido de los instrumentos autonómicos que, en forma de Decreto o de Instrucción u Orden, regulan el teletrabajo en las Administraciones de determinadas Comunidades Autónomas, en concreto, en 10 de las 17 que componen el mapa autonómico de nuestro país.
Las normas autonómicas españolas sobre teletrabajo establecen su régimen jurídico, regulando aspectos como la jornada y su distribución, los criterios preferentes de autorización o acceso al teletrabajo por motivos de conciliación, y demás previsiones sobre las que se profundiza a lo largo de nuestro estudio. Por eso, se ha realizado una comparación entre los distintos regímenes jurídicos autonómicos previstos al respecto.
De entre las distintas condiciones, destaca la relativa a la jornada y a la distribución de la misma. En este sentido, se suele establecer una jornada a tiempo parcial prestada bajo la forma de teletrabajo, y que se combina con el resto de la jornada que tendrá carácter presencial.
La segunda perspectiva desde la que se analiza el teletrabajo y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, pone el foco de atención en que el teletrabajo que permite conciliar, incorpora elementos que pueden distorsionar el loable objetivo previsto de conciliación entre las responsabilidades familiares y laborales. Así sucede cuando aspectos como, por ejemplo, el control de realización de las tareas, el derecho de desconexión o el deber de interconexión carecen de una regulación adecuada, protectora de la salud y seguridad laboral de los teletrabajadores, y de sus derechos fundamentales a la dignidad y a la intimidad.
De este modo, la mayor flexibilidad que procura el teletrabajo se ve condicionada por factores que guardan relación con la persona del teletrabajador, con su familia y con el propio entorno laboral. Esos elementos pueden conllevar efectos negativos sobre la flexibilidad pretendida, como cuando falta la capacidad de autoorganización del tiempo, o si no se dispone de un lugar adecuado para trabajar, o si las circunstancias familiares no son atendidas de manera equilibrada respecto de los requerimientos laborales.
Por todo lo anterior, concluimos que resulta más que necesaria una regulación normativa del teletrabajo desde el ámbito estatal y europeo, que termine con la escasez de normas, con la inseguridad y deficiencias de las existentes, y con la desprotección de los teletrabajadores.
In this paper, teleworking and work-life balance are analysed from two perspectives. The first addresses it taking into account that, in the society of Information Technology and Communication, teleworking is an instrument that enables not only modernization in the organization and management of work, but also the aforementioned work-life balance.
For this part of the research, it has been methodologically essential to check whether there is some regulation on the subject at European and Community level. Likewise, it has been considered necessary to review whether our legal-labour code has any regulation referred to teleworking, and whether it relates to the work-life balance issue.
As a result of this research, we have confirmed the lack of regulations on teleworking at European level, with the exception of the European Framework Agreement on Teleworking.
In relation to our internal legal-labour law, the regulation of teleworking lacks reference laws, except article 13 ET (Workers’ Statute), so the Agreement adopted by social agents within the European Union is usually taken into account to provide legal guidance on teleworking.
Following the methodology of exhausting all regulation sources, and starting from the guideline of the European Framework Agreement, an analysis of the internal collective negotiation has been carried out, in which scarce references to teleworking are observed.
In addition to studying the Ministerial Order APU/1981/2006, of June 21st, which promotes the implementation of pilot teleworking programs in the departments of the Ministry of Public Administrations, in this paper we analyse the contents of instruments from autonomous regions that, in the form of Decree, Instruction or Order, regulate teleworking in the Administrations of certain Autonomous Communities, specifically, in 10 out of the 17 that make up the regional map of our country.
The Spanish autonomous regulations on teleworking establish their legal regime, regulating aspects such as working days and their distribution, preferential criteria for authorization or access to teleworking for work-life balance reasons, and other benefits being analysed in depth throughout our study. For this reason, a comparison has been made between different autonomous legal regimes foreseen in this regard.
Among different conditions, we can highlight the one related to working days and their distribution. In this sense, a part-time workday is usually established that is provided in the form of teleworking and is combined with the rest of a face-to-face workday.
The second perspective from which teleworking and work-life balance are analysed focuses on the fact that teleworking which allows to balance work and family life incorporates elements that can distort the laudable objective of work-life balance. This is the case when aspects such as, for example, the control of completion of tasks, the right to disconnect or the duty of interconnection lack an adequate regulation, protective of health and safety of teleworkers, and their fundamental rights to dignity and intimacy.
This way, the greater flexibility offered by teleworking is conditioned by factors that are related to teleworkers as individuals, their families and their own work environment.
These elements can have negative effects on the intended flexibility, such as when there is a lack of capacity for time management, or if an adequate place to work is not available, or if family circumstances are not addressed in a balanced manner with respect to work requirements.
For all the above, we conclude that it is more than necessary a regulation of teleworking from national and European level, which ends with the shortage of standards, with insecurity and deficiencies of existing ones, and with the lack of protection of teleworkers.
