Alfredo José Dillon
Este trabajo explora cómo adolescentes de diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires sostienen vínculos con sus amigos y con otras personas por medio de la conversación virtual en Facebook. A través de entrevistas en profundidad a chicos y chicas de 17 y 18 años, el objetivo fue indagar sobre las nuevas formas de contacto y las transformaciones de las relaciones de amistad a partir de la retroalimentación entre el mundo virtual y el “real”, en una etapa vital marcada por la búsqueda de la identidad personal y la relevancia de los vínculos con los pares. El análisis cualitativo de las entrevistas mostró que la dimensión física y presencial de la amistad sigue ocupando un lugar fundamental para los adolescentes. Asimismo, la conversación constante que las redes introducen en la vida cotidiana se perfila como una manera de mantener un contacto permanente, en el que la función fática de la comunicación se impone sobre el contenido de los mensajes. La aprobación de los pares –condensada en el botón “Me gusta”– resulta determinante para los jóvenes, quienes encuentran en estos espacios virtuales nuevas formas de sociabilidad, sin por eso perder los modos de construir amistad previos a la “era Facebook”.
This paper analyzes how teenagers from different neighborhoods of Buenos Aires (Argentina) use Facebook in order to keep in touch with their friends and other people. Several 17 and 18-year-old adolescents were in-depth interviewed in order to explore how the relationships they hold with their friends have been affected by the new possibilities of interaction that the social network offers. This article deals as well with the difference between virtual and “real” interactions, in a life stage that is defined by the search for self-identity and the importance of peer relationships. The qualitative analysis of the interviews revealed that the physical aspects of friendship and face-to-face encounters are still crucial for teenagers. Furthermore, the constant conversation that social networks have introduced in everyday life appears as a way of keeping permanent contact, in which the phatic function of communication prevails over the content of messages. Peer approval –condensed in the “Like” button– is critically important for adolescents, who find in this virtual spaces new ways of sociability, along with the persistence of other ways of building friendship prior to the emergence of Facebook.