Transantiago, el sistema de transporte público de la ciudad de Santiago, ha generado diversas críticas en cuanto al poco reconocimiento por parte de los planificadores urbanos y de transporte de la relevancia que tienen las prácticas de movilidad en la vida cotidiana y por ende en los sistemas de transporte urbano. Desde su implementación en 2007 hasta la actualidad, sus usuarios han podido reaprender a viajar, crear nuevas espacialidades por medio de nuevas prácticas sociales y subvertir algunos procesos por medio de la transformación de ciertas prácticas. Lo anterior permite establecer la existencia de unestrecho vínculo entre las prácticas sociales de movilidad, sus procesos cotidianos de aprendizaje y la producción de conocimientos y saberes relevantes y necesarios para comprender la ciudad integrando las perspectivas de habitantes e interventores. El presente artículo plantea que el estudio de las prácticas sociales urbanas constituye un camino relevante para comprender y promover el rol de los habitantes urbanos en el desarrollo de sus territorios.
Transantiago, the city of Santiago’s public transport system, has generated multiple criticisms in terms of the limited recognition from urban and transportplannerson the relevance mobility practices have on daily life and thus on urban transport systems. Since its implementation in 2007, travellers have had to relearn to travel, create new spatialitythrough new practices and subvert processes thoughthe transformation of specific practices. This helps to establish the existence of a close link between mobility socialpractices, daily learning processes from these practices and the production of relevant and necessary knowledge to understand the city by integrating dwellers’ and planners’ perspectives. This paper proposesthe study of urban social practices as one way of understanding the role urban dwellers have on spatial development.