Alejandra Selma Penalva
La reciente Ley 11/2013, consolidando lo que ya hizo hace unos meses el RD-Ley 4/2013, y con el fin de estimular la contratación de los trabajadores más jóvenes, introduce en nuestro ordenamiento jurídico una figura denominada «contrato de trabajo con vinculación formativa». A pesar de lo que su denominación literal parece reflejar, no se trata en modo alguno de una nueva modalidad de contrato formativo, ni guarda relación alguna con el contrato para la formación y el aprendizaje, sino que con esta expresión, simplemente se está dando nombre a una nueva medida de estimulo económico de la contratación laboral destinada esta vez a estudiantes menores de 30 años. El presente trabajo se dedica a analizar los entresijos de la denominada «contratación con vinculación formativa», así como a poner de manifiesto los problemas interpretativos que se pueden suscitar al respecto.
The recent Law 11/2013, consolidating what RD Law 4/2013 did a few months ago, and in arder to stimulate the recruitment of younger workers introduces a figure called •Contract with formative relationship». Despite what its name seems to reflect. is not in any way a new type of formation contract. but that this expression is simply giving name to a new economic stimulus measures to encourage the job creation for students of less than 30 years. The present work is analyzes the contract called "contract with formative relationshipn and highlight the problems of interpretation that can raise the matter.