Andreu Colomera Ceba
La innovación en la industria textil-confección ha cobrado un nuevo impulso al combinar las prestaciones de sus productos con las de la industria farmacéutica y la de cosmética. El contacto continuo de las prendas confeccionadas con el cuerpo humano las convierte en vector potencial de la aplicación de otros productos, siempre que se cuente con el procedimiento adecuado para permitir la cesión continua de principios activos que actúen por vía tópica. Esta posibilidad abre nuevas vías para ambas industrias, pero plantea delicados problemas para una correcta inserción de las sustancias añadidas, pues debe asegurarse que se mantienen las propiedades del tejido, las implicaciones del lavado y otros aspectos. La microencapsulación es una de estas técnicas.