Philip S. Golub
Gracias a una dinámica de crecimiento sostenido, comparable en intensidad a la de Japón entre 1950 y 1975 (más del 9% anual), China se ha convertido en la primera economía en paridad de poder adquisitivo (PPA), la segunda con respecto al tipo de cambio corriente (1). En efecto, su proporción del producto interior bruto (PIB) mundial en PPA pasó de menos del 2% en 1980, al inicio de la transición postmaoísta, a más del 17% en 2014, por delante de la Unión Europea (un 16,9%) y de Estados Unidos (un 15,9%). El PIB por habitante (en PPA), la forma más precisa de medir el desarrollo, se multiplicó por 57 durante el mismo periodo, pasando de 250 dólares en 1980 a 14.450 dólares en 2015.