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Francisco Javier Fernández Hernández
El turismo está considerado hoy en día como una actividad económica líder y uno de los sectores punteros a nivel mundial para la generación de riqueza y prosperidad en regiones y territorios. Además, es un factor de intercambio cultural, de cohesión social y fomento de la tolerancia y la paz entre los pueblos. En este contexto, cada vez aparecen más destinos y zonas emisoras, al tiempo que se incrementa la sensibilidad hacia aspectos como la calidad y la sostenibilidad.
En Andalucía hace ya años que nos dimos cuenta del potencial de esta industria para generar riqueza y empleo, y de su capacidad para impulsar el progreso local, y en la actualidad se ha convertido en uno de los principales motores de la comunidad, con una aportación del 13,1% tanto a la renta regional como a la cifra de personas ocupadas.
El modelo de desarrollo futuro de esta actividad ha de ser viable desde un punto de vista económico, medioambientalmente asumible y, sobre todo, equitativo desde una perspectiva ética y social. Estos desafíos se están abordando en Andalucía con el diseño de una política turística pionera que impulsa un proceso de innovación y reinvención permanente, y unas pautas de crecimiento equilibrado.
