Tras argumentar el carácter crítico de las elecciones generales de 2000 y sus implicaciones en términos de modificación del perfil electoral del PP, el artículo se detiene en dos aspectos. Por un lado, analiza la dinámica de opinión pública que condujo a la consecución de mayoría absoluta del PP en la pasada legislatura, prestando especial atención al diálogo social y a sus consecuencias sobre la percepción de la situación económica y política. Por otro, el artículo analiza lo que, ajuicio del autor, define mejor aquellas elecciones: la tensión o contradicción entre factores ideológicos y factores de evaluación racional. No se pretende con ello que la ideología esté exenta de racionalidad, sino poner de manifiesto una forma específica de racionalidad que resuelve el conflicto entre factores ideológicos y de evaluación racional a favor de estos últimos.