En reciente Informe, el Comité de Bioética español, aun reconociendo la gran demanda existente en nuestro país, propugna no sólo que se mantenga en nuestro ordenamiento jurídico la nulidad del convenio de gestación por sustitución, sino también que se prohíba universalmente. A mi juicio, se esgrimen criterios contradictorios y equivocados, razonamientos obsoletos e, incluso, disparates varios, olvidándose que los problemas de la sociedad no se resuelven obviándolos o prohibiéndolos sin sentido, sino afrontándolos razonada y adecuadamente como han hecho otros países de nuestro entorno.