El siglo XXI va a seguir siendo un siglo de movimientos migratorios, que ya no son desplazamientos reducidos y estables de carácter temporal, como los que se produjeron en el seno de la propia Europa en la década de los 50. A medida que la globalización avanza, y sólo en el ámbito de la economía, las desigualdades se agrandan con el consiguiente aumento de las bolsas de pobreza en los paises en desarrollo -más de mil millones de pobres. Así el profesor Gimeno Ullastres se pregunta al respecto: "¿Por qué en un proceso general de liberalización y de eliminación de fronteras tienden a hacerse más elevados los muros cuando se refieren al sector trabajo? Ahí reside la causa principal de esos flujos migratorios que desde Africa, Iberoamérica y algunas partes de Asia se desplazan hacia las zonas desarrolladas del mundo buscando la seguridad que da el trabajo y los beneficios sociales de los estados democráticos ante el porvenir sin esperanza de futuro de sus paises de origen.