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Jordi Espluga Bach, Antonio García Rebollar
Corea puede ser un modelo a imitar en sus políticas de innovación, no solo por la cuantía de sus inversiones en investigación, desarrollo e innovación, sino por la originalidad de algunas de sus medidas de política económica y su rápida y eficaz implementación. En una comparativa internacional con datos de OCDE todavía presenta muchos defectos que corregir, pero la nueva política económica basada en el concepto de economía creativa está empezando a dar frutos en el sentido de avanzar en la convergencia de la industria con la cultura, la ciencia y la tecnología. En este contexto, aprendiendo de sus fortalezas y debilidades, la cooperación con España en materia de innovación resulta muy recomendable.
