Las propuestas de intervención sobre el paisaje pueden actuar como un sistema generador de nuevas dinámicas sociales, culturales y económicas sobre el territorio.
Además, la construcción de los paisajes debe supone la participación activa de la comunidad y, para ello, en Euskadi se han articulado una batería de herramientas de planificación paisajística.
En esta línea, el municipio gipuzkoano de Astigarraga en 2016 ha acometido un apasionante proceso con la reciente redacción del Plan de Acción del Paisaje del Corredor Santiagomendi-Landarbaso. El estudio y difusión de sus paisajes más representativos, y la regeneración de la economía del sector primario en un necesario equilibrio con la conservación, se ha convertido en el eje vertebrador de las nuevas políticas municipales.