¿Cómo recuperar un espacio público degradado en una ciudad en plena crisis económica? La ciudad de Talavera de la Reina, en Toledo, consiguió una serie de subvenciones europeas para la rehabilitación de sus espacios públicos y lanzó el plan URBAN, convocando varios concursos de arquitectura para la remodelación de distintas plazas.
Talavera estaba muy afectada por la crisis económica en ese momento y sus habitantes muy sensibles a cualquier gasto público que se pudiese hacer como reacción a despilfarros económicos en el pasado reciente.
OOIIO se presentó y ganó dos de esos concursos de rehabilitación urbana: La plaza de San Miguel y la Plaza del Salvador, que se encuentran a apenas 200 metros una de la otra.
Para ambos utilizó la misma estrategia: resolvió la problemática urbana del lugar, analizando y modificando las cosas que no funcionaban, basando la intervención en el uso de la tradicional cerámica talaverana, haciendo que éste sea el material protagonista.
En un momento de falta de trabajo, rechazo de cualquier inversión pública en construcción, pesimismo y desencanto social se decide usar el material artesanal local más importante y enraizado profundamente en la cultura local, aprovechando sus colores fuertes y alegres, para provocar un cambio de mentalidad, un vuelco en el ánimo de los vecinos, la reactivación de los espacios públicos degradados y la recuperación de la maltrecha economía de los artesanos locales mediante nuevas vías para la utilizar su artesanía, normalmente aplicada a cacharros de cocina, jarrones o murales domésticos, ahora utilizada a escala urbana.