Hasta 1945, la plaza Solidarności (Sczcecin, Polonia), lugar de intervención, era un conjunto edificado que confomaba una manzana de la ciudad. Durante la II Guerra Mundial fue destruido por los bombardeos, creando un hueco en el tejido urbano. El lugar se convirtió en una especie de plaza, escenario de protestas de trabajadores en 1970. Desde entonces, la plaza se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad.
En 2014 la nueva filarmónica situada junto a la plaza se convirtió en un icono para la ciudad, por lo que durante el proceso de diseño se tendría en cuenta la historia del lugar y la proximidad de este icono. La idea era esconder el museo bajo el nivel del suelo, creando una arquitectura de fondo. La contradicción entre la manzana edificada original y la plaza, fue el punto de partida para el diseño de un híbrido urbano, que encierra el espacio como una manzana, pero sin perder los valores de espacio público abierto.
La superficie horizontal de la plaza crea un primer plano para la Filarmónica y la iglesia. Por el contrario, el espacio de las esquinas opuestas se eleva, sin perder su condición de plaza. La arquitectura sigue la topografía