La urbanización de las calles del entorno del antiguo Mercat del Born tiene el objetivo de dar respuesta a las necesidades y potencialidades que la reapertura del edificio como centro cultural genera en el espacio público.
Conectividad y permeabilidad.
Se ha eliminado el tráfico de la calle Comerç en su tramo por delante del Mercat.
Se configura un espacio de peatones en continuidad con el resto del barrio hasta los límites del Parque de la Ciutadella.
Centralidad e identidad.
Se ha generado un vacío alrededor del edificio para responder a su monumentalidad.
El pavimento es el elemento de conexión con la historia y la memoria del lugar. Dibujo de la ciudad medieval sobre el pavimento y reciclaje del adoquín existente en las calles.
Flexibilidad y funcionalidad.
Se propicia la máxima diversidad de usos. Con la puesta en marcha del centro cultural se intensificaran los usos existentes y aparecerán usos Nuevos. El espacio diáfano, la plataforma única y el carácter de plaza potencian esta polivalencia