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El artículo propone una revisión crítica de una consultoría sobre paisaje en la que el autor trabajó en 2011 por encargo de la Junta de Andalucía. Objeto del proyecto era la elaboración de una estrategia para la defensa y promoción del paisaje del Bajo Guadiana, un territorio transfronterizo entre España y Portugal caracterizado prevalentemente por su fuerte ruralidad y relativa despoblación.
El artículo repasa los hitos principales de la metodología empleada para la elaboración de la estrategia, haciendo hincapié sobre todo en los aspectos más peculiares relacionados con las características del ámbito y las soluciones que se han considerado más creativas e innovadoras.
A través de la recapitulación de los aspectos más trascendentes de la propuesta de estrategia elaborada para el Bajo Guadiana se intentan destacar tres cuestiones principales. La primera, referida a la labor de análisis y diagnostico, propone reconsiderar la concepción tradicional de las unidades de paisaje también desde una perspectiva funcional y relacional, por la que el análisis fisionómico del paisaje se complemente con la consideración de homogeneidades también sociales.
La segunda cuestión es un interrogativo sobre la posibilidad del paisaje como objeto intencional de políticas públicas. Se cree que todo objetivo público a largo plazo referente el paisaje no puede desvincularse de la búsqueda de un pacto económico por el paisaje por el cual la mayoría de las fuerzas en campo, principalmente las económicas, se comprometan a un gobierno coherente de los efectos sobre el paisaje de sus actividades. A su vez, el pacto ha de preocuparse también de explorar y perseguir la viabilidad económica del paisaje, por la que su defensa y promoción sea de por si motivo de activación de economías rentables.
El tercer tema enfatizado por el artículo hace referencia a la participación. En coherencia con la necesidad de fomentar pactos por el paisaje, se defiende que la participación ha de ser una de las principales herramientas de la acción pública por sus mayores posibilidades de hacer del paisaje a) un elemento de inclusión y de consenso, b) un proyecto de pedagogía social y de identidad y c) una plataforma privilegiada para el encuentro, negociación y armonización entre diferentes intereses y visiones del territorio
