Isabel Aguirre de Úrcola
Cuando se anuncia el cierre de la mina de Meirama, en ese momento Unión Fenosa, se presenta una oportunidad para Galicia de tener un espacio industrial regenerado con criterios paisajísticos y medioambientales de primer orden. La empresa es sensible a la propuesta que plantea una serie de actuaciones alrededor del lago previsto en el hueco generado por la extracción a cielo abierto durante casi 50 años, de 2000x1000 m2. de superficie y 200 m. de profundidad.
Mantener las zonas de bosque, regenerar los bordes del lago, potenciar la vegetación que va invadiendo las zonas abandonadas, recuperar las balsas de agua potenciando la flora y la fauna, escalonar la escombrera par un futuro polígono industrial y empresarial, y por encima de todo: conservar la memoria de lo que supuso esta explotación para el desarrollo industrial de Galicia transformándola en un bien cultural vinculado a la industria y la naturaleza.
Entre estas últimas actuaciones, crear "El Bosque de la Industria", en donde la impresionante maquinaria fuera de uso, una vez regenerada la naturaleza circundante, se convertirá en icono referencial de su pasado industrial que abrirá nuevos paisajes en un mundo en donde la cultura del ocio se basa en el respeto y el disfrute de los valores naturales.