Madrid, España
El autor parte de la premisa de que sí existe una ciencia de la comunicación. Desde ahí nos plantea el lugar que ocupan las teorías de la comunicación con las ciencias del hombre y cómo esas ciencias del hombre y la evolución le están obligando a la teoría de la comunicación a dejar de ser un repertorio variopinto para convertirse en una teoría de la comunicación con identidad de conocimiento propio. Porque la comunicación tiene que ver con la antropología y con las ciencias de la evolución. Porque la comunicación, según el autor del escrito, se ha convertido en la herramienta del conocimiento y de la cultura.