El 2 de diciembre de 2016, la Comisión Europea presentó por primera vez un plan de actuación destinado al refuerzo de las industrias de defensa del Viejo Continente. Se dotaría de 5.500 millones de euros al año a partir de 2020. No obstante, la historia industrial europea está jalonada de promesas que, por muy modestas que sean, no se cumplen.