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Joaquín García Murcia 
La Inspección de Trabajo fue creada formalmente en España en el año 1906, como un paso más en el proceso de emergencia de nuestra legislación laboral y siguiendo el modelo de instituciones similares que con ese mismo fin se iban creando en muchos países de nuestro entorno. Desde entonces ha experimentado un proceso constante de modernización y ajuste a las necesidades del trabajo y del sistema productivo, tanto en el plano organizativo como en el terreno de sus funciones y su ámbito de actuación. Aunque los cambios de régimen político se han dejado notar en determinados aspectos de su regulación, también es cierto que a pesar de los años transcurridos desde su implantación la Inspección de Trabajo española ha sabido mantener no sólo muchos de sus rasgos característicos sino también su presencia entre las instituciones más señeras de nuestro sistema de relaciones laborales y de protección social. Durante algún tiempo, o en relación con determinados ámbitos de la actividad productiva, ha tenido que concurrir con otros instrumentos de vigilancia y control, pero su trayectoria histórica ha servido para consolidar sus estructuras y reforzar su protagonismo en la actividad de inspección de las leyes sociales. Concebida en términos generalistas, a lo largo del tiempo y sobre todo en las últimas décadas ha buscado también cierta especialización en los terrenos del empleo, la seguridad y salud en el trabajo o la protección social. Del mismo modo, sus funciones iniciales de vigilancia y control se han ido enriqueciendo paulatinamente con la asunción de otras tareas de asistencia técnica o mediación en conflictos laborales. Por lo demás, su diseño unitario e integral ha tratado de hacerse compatible con las estructuras políticas puestas en marcha con la Constitución de 1978.
The Labor Inspectorate was formally created in Spain in 1906, as a further step in the process of origin and development of our labor legislation, and following the model of similar institutions that were being created in many countries around us for the same purpose. Since then, it has experienced a constant process of modernization and adjustment to the needs of the productive system, both at the organizational level and in the field of its functions and scope. Although changes in political regime have been noted in certain aspects of its regulation, it is also true that after a century the Spanish Labor Inspectorate has managed to maintain not only many of its characteristic features, but also its presence among the leading institutions of the system of labor relations and social protection in Spain. For some time, or in relation to certain sectors of activity, it has had to concur with other monitoring and control instruments, but its historical trajectory has served to consolidate its structures and to reinforce its principal role in the activity of inspection of social laws. Designed as an inspection with a general scope, some specialization in the fields of employment, occupational health and safety or social protection has been sought in recent decades. In the same way, its initial monitoring and control functions have gradually been enriched thanks to the assumption of other tasks of technical assistance or mediation in labor disputes. Moreover, its unitary and integral design has tried to become compatible with the political structures put in place with the Spanish Constitution of 1978.
