Cristina Guilarte Martín-Calero
El presente trabajo tiene por objeto, como ya anuncia su título, analizar con detalle la doctrina contenida en la Sentencia dictada por el Tribunal Supremo el 8 de octubre de 2009 que, asumida en las más recientes de 10 y 11 de marzo de 2010, constituye, a mi juicio, el definitivo reconocimiento de un modelo de custodia, cuya oportunidad y viabilidad, a pesar de su introducción en el Código civil por la ley 15/2005, de 9 de julio, seguía cuestionándose, lo que dificultaba su concesión y reforzaba su pretendido carácter excepcional.