Loic Ramirez
Tres años después del comienzo del conflicto entre Kiev y la región separatista del Donbás, parece que no se llega a ninguna solución. El presidente ucraniano Piotr Poroshenko juega con dos barajas, dudando entre la instauración de un bloqueo firme y el restablecimiento de vínculos económicos controlados. En lo que respecta a Donetsk, la población se organiza, a la espera de una hipotética intervención militar.