¿Es posible articular nociones provenientes del campo de la filosofía política –como “pluralismo agonista” y “democracia radical” (Chantal Mouffe)– con los derivados de los estudios politológicos sobre la institucionalización de los partidos y los sistemas de partidos? En el presente artículo, este desafío se aborda a partir de su aplicación al análisis de dos experiencias post-neoliberales: la de Néstor Kirchner en Argentina (2003-2007) y la de Tabaré Vázquez (2005-2010). En relación a esta hibridación de enfoques, se propone un ejercicio de análisis comparado que remite a la controversia sobre la vigencia de la política partidaria: su fortaleza, capacidad y perdurabilidad para resolver conflictos sociales y actuar como canalizador entre el Estado y la sociedad.